Cincuenta nuevas dotaciones a construir, entre 2007 y 2011, en el distrito de Centro, entre ellas cuatro escuelas infantiles, tres centros de día, cinco polideportivos, cuatro aparcamientos, dos zonas verdes... El programa electoral del PP para Madrid ha dibujado 21 mapas, uno por distrito, en los que señala qué equipamientos promete y dónde irá cada uno. Si no hay suelo público disponible, se plantean comprarlo a privados.

El estacionamiento de la plaza de Santa Ana se transformará en aparcamiento para residentes; los jardines del Emir Mohamed I se rehabilitarán; sobre la antigua Casa de Iván de Vargas se construirá una biblioteca municipal; habrá viviendas para jóvenes en el Palacio de la Duquesa de Sueca -una propuesta que ya se hizo para este mandato-; un eje comercial unirá Bilbao con la plaza de Jacinto Benavente, a través de Fuencarral, Gran Vía y Sol; se plantea el Parador en la Casa de la Carnicería, y las cámaras de videovigilancia se extenderán a Montera y la plaza de Luna.

Y sigue: hasta 50 nuevos equipamientos repartidos por el distrito de Centro, cada una con su suelo específico ya seleccionado.

Mapas por distritos

El programa electoral de Alberto Ruiz-Gallardón con el que se presenta a la reelección en los comicios municipales no se queda en el corazón de la ciudad: presentará mapas por cada uno de los distritos, y en todos ellos se explicará qué se promete hacer y dónde exactamente estará cada nueva escuela infantil, cada nuevo centro de día, cada nuevo polideportivo.

Por ejemplo, para San Blas están previstos -a falta de cerrar definitivamente el programa- 39 equipamientos, entre escuelas infantiles -seis nuevas-, tres centros de día o de mayores, polideportivos -hasta nueve instalaciones se crean, reforman o mejoran-, actuaciones de vivienda y otras. El barrio de Las Rosas, por ejemplo, tendrá un nuevo equipamiento deportivo; habrá una base del Samur en este mismo punto -concretamente, en la calle Liverpool-, y dos áreas intermodales de transporte, en Canillejas y en torno al Anillo Olímpico.

Es, explicó el concejal Juan Bravo -encargado de redactar el programa electoral popular al Ayuntamiento- un documento que «desciende al detalle: identifica dónde construir cada uno de los nuevos centros». Para ello, se ha contado con aportaciones varias: las de las juntas municipales de cada distrito, pero también las llegadas de los vecinos por dos vías: la Agenda 21 y la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos (FRAV).

Propuestas vecinales

La Agenda 21 ha creado comisiones en el marco de los consejos territoriales de distrito, que han mantenido 212 reuniones. De ellas han salido 3.727 acciones reunidas en planes de acción, de las que 317 se han considerado prioritarias. Los planes se sometieron, a su vez, a un proceso de consulta pública en el que participaron 13.578 madrileños -el 0,45 por ciento del total del padrón en los distritos afectados-.

Además, ha habido propuestas llegadas directamente de la FRAV, con cuyos responsables se han mantenido seis reuniones de coordinación.

«Microcirugía»

Con todas estas aportaciones, los redactores del programa han hecho «una labor casi de microcirugía», para ver qué necesidades solicitaban cubrir los vecinos y dónde proponían que se instalaran los nuevos equipamientos, o si eran adecuados los suelos disponibles para hacerlo. En los lugares donde no hay terrenos públicos adecuados -como Centro, Chamberí, Chamartín o Arganzuela- se estudia la posibilidad de adquirir suelos privados para levantar las dotaciones precisas.

Las propuestas vecinales, reconoce Bravo, «no se han cubierto al cien por cien, pero sí se han cruzado con las que hacían los responsables de cada junta municipal».

El programa electoral de Ruiz-Gallardón será, con estos contenidos, «de fácil seguimiento: como es tan preciso, será fácil comprobar el grado de cumplimiento que alcanzamos», aseguró Bravo.

Sin grandes obras

Es un programa electoral de detalle, donde no habrá grandes obras -ni siquiera un epígrafe dedicado a infraestructuras- pero sí muchos nuevos equipamientos -«en cantidades que van a sorprender»-, y la mejora de servicios de los que ahora se quejan los ciudadanos, en cuyo mantenimiento habrá elevadas inversiones programadas, indicó la misma fuente.

Aunque aún no quisieron desvelar el coste de este programa, señalaron que ya están cerrados capítulos como la primera fase de la recuperación de las riberas del Manzanares o los equipamientos.

El presupuesto de inversiones del Plan Económico y Financiero del Ayuntamiento de Madrid -que hubo de presentar el Gobierno local ante el Ministerio de Economía a la vista de la deuda acumulada por la obra de la M-30- fija cantidades de 700 millones de euros al año para los próximos ejercicios, lo que sumaría 2.800 millones a lo largo de un mandato completo.